''No somos iguales, pero deberíamos ser equivalentes''.
Gran frase. Gran persona. Tu lucha valió para mucho. Clara Campoamor.
Sufriste por nosotras para lograr el sufragio femenino, y eso que en un principio no estaba claro que de tal avance se beneficiase la izquierda.
Por el contrario estudiaste derecho y ello te concedió herramientas para combatir la derecha, aunque para derribarla aún quedaba un trecho.
Podría decirse que rompiste el techo de cristal con un escaño en el parlamento.
Pero lo más importante es que estando allí te hiciste escuchar.
Las mujeres votaron en 1933 por primera vez y, por paradojas de la vida, tú no fuiste elegida.
¡Qué injusticia! Ganó el frente popular. Y al final, te tuviste que exiliar. A Suiza, donde nos dejaste.
Gracias por sembrar la semilla de un futuro mejor, con sabor a chocolate.
ATP.